El Gayatri Mantra fue canalizado por el gran sabio Vishuamitra y difundido en el reinado del avatar Rama. En el Bhagavad Gita, Krishna dice “Yo soy Gayatri sobre todos los mantras”. Es el sustento del conocimiento, una fórmula llena de vitalidad y vibración con infinita potencia. En la antigua India era transmitido solamente a los hijos de los brahmines (sacerdotes) cuando eran iniciados.
Sathya Sai Baba lo hizo público para toda la humanidad y lo brindó como instrumento de liberación, debiéndose repetir todos los días al menos nueve veces: tres al amanecer, tres al mediodía y tres al anochecer. Tiene el poder de promover sabiduría e iluminar el intelecto. Es una invocación a la energía del sol y de la vida, dado que todo lo que vive en la Tierra depende del sol. Disuelve la pereza física y la inercia mental y aleja todas las vibraciones oscuras y negativas que ocasionan depresión y tristeza. Ellas no pueden coexistir con la repetición del Gayatri, simplemente porque la luz vence a la oscuridad.
Om Bhur bhuva svaha Tat savitur varenyam Bhargo devasya dhimahi Dhiyo yo nah prachodayat
“Om Meditamos en la Gloria de Dios que ha creado el Universo, a quien es justo alabar, que es encarnación del conocimiento y luz, destructor de todas las energías malignas y de la ignorancia. Que El ilumine nuestro intelecto”.
Quien recita el Gayatri está purificando el mundo interno y a la vez llevando luz al mundo externo. Si bien está caracterizado como Veda Mata, una manifestación de la Madre Divina, es un mantra solar. El Gayatri nos lleva a la fuente misma de la luz de la existencia.
Nicholas Roerich y la Bandera de la Paz
Nicholas Roerich, escandinavo de origen, nació en San Petersburgo, Rusia el 9 de octubre de 1874 y ya desde su más tierna infancia sintió un gran amor y afinidad con la naturaleza lo que despertó en él una profunda apreciación de la belleza en todas sus formas y un sincero deseo de conocimiento.
Estas cualidades innatas encontraron expresión en una prodigiosa y multifacética carrera, cuyos frutos son más de siete mil cuadros y numerosos libros como “Altai-Himalaya”, “El invencible” y “Shambhala”, entre otros.
La diversidad de talentos hicieron de Nicholas Roerich un ser excepcional, convencido de que la evolución depende de la síntesis del conocimiento en todos los campos. El creía fundamentalmente lograr la unidad dentro de la diversidad. Es con este ideal que crea la Bandera de la Paz, que unifica en lo más elevado y sagrado a todos los seres humanos: LA PAZ.
Nicholas Roerich, para la Bandera de la Paz, retoma un símbolo arcano que aparece en el planeta hace más de nueve mil años, en el período paleolítico en unas piedras de Mongolia.
También lo encontramos en la cerámica del período neolítico, en la India se le conoce como el Chintamani o Símbolo de la Felicidad, para los tibetanos simboliza el disolvedor de la oscuridad. Aparece en el cuadro de Memling “La adoración de Cristo”, en el pecho de Jesús, en la Madonna de Strasburgo, en los escudos de los cruzados, en iconos rusos, en estandartes budistas, en los escudos de armas de algunos Papas y en las imágenes de los legendarios Gesar Kahn y Rigden Djapo.
Por su universalidad y antigüedad en el planeta, Nicholas Roerich pensó que no habría un símbolo más apropiado para la Bandera de la Paz, ya que une todas las culturas y todos los pueblos del mundo.
De este modo, ese triángulo mágico logra el milagro de la Unidad en la Diversidad, creando el arte de vivir en Paz con todos los seres de la Tierra.
El símbolo lo conforman tres esferas dentro de un círculo color magenta sobre fondo blanco. Puede interpretarse como la unión del pasado, presente y futuro dentro de la eternidad o como la síntesis de la Filosofía renovada, la Ciencia y el Arte en la Esfera de la Cultura.
El Pacto Roerich y la Bandera de la Paz fueron creados y promovidos por Nicolas Roerich, con el fin de proteger los tesoros del genio humano, estableciendo que las instituciones educativas, artísticas, científicas y religiosas, así como los lugares de relevancia cultural, debían ser declarados inviolables, y respetados por todas las naciones, tanto en tiempos de guerra como en tiempos de paz.
Pero si bien la Bandera fue creada para proteger los monumentos artísticos que conforman el patrimonio de la humanidad, es hoy, en los momentos dramáticos que vivimos, que la Bandera de la Paz cobra su profundo significado, hablando a las conciencias para preservar no sólo los tesoros artísticos sino los valores espirituales, que ayudarán a conservar la vida misma de nuestro planeta.
El 15 de Abril de 1935, el Pacto Roerich fue firmado en la Casa Blanca, en presencia del entonces Presidente de los Estados Unidos Franklin D. Roosevelt, por representantes de 21 gobiernos de toda América.
El Pacto Roerich representa un llamado a la unidad internacional y a la paz mundial.
Dirigiéndose a los participantes del encuentro memorable del 15 de abril de 1935, Nicholas Roerich escribió:
“¡Que ondeé la Bandera de la Paz sobre los centros de luz, sobre los altares y baluartes de la espiritualidad! ¡Que en las islas solitarias de la belleza, sobre los desiertos y aún ahí fructificará la semilla mágica!. ¡Resplandecerá la Bandera de la Cultura, llena de clara luz del corazón!. La Bandera de la Paz ondeará siempre en el espíritu y en el corazón!. Amén.